En este articulo “Depresion e Hipnosis” Una Luz en la Oscuridad – intentare aclarar los tipos de depresión en los que la hipnosis puede ser útil y explicar algunas técnicas que se utilizan durante la hipnosis como una herramienta exploratoria y terapéutica en el tratamiento de la depresión.
La depresión se ha manifestado en muchas condiciones médicas y psiquiátricas, y es uno de los síntomas de presentación más comunes. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) describe la depresión como la principal causa de discapacidad en el mundo y el cuarto contribuyente principal a la carga mundial de enfermedad (OMS, 2009).
En 2012, 350 millones de personas se vieron afectadas por la depresión en todo el mundo. La Encuesta Mundial de Salud Mental, realizada en 17 países, reveló que en promedio, alrededor uno de cada veinte personas informaron haber tenido un episodio de depresión el año anterior. Los trastornos depresivos a menudo comienzan a una edad temprana; reducen el funcionamiento de las personas y a menudo son recurrentes. Por estas razones, la depresión es la principal causa de discapacidad en todo el mundo en términos de años totales perdidos. La demanda de frenar la depresión y otras afecciones de salud mental está aumentando a nivel mundial.
Una reciente Asamblea Mundial de la Salud instó a la OMS y a sus estados miembros a tomar medidas para ayudar a reducir la incidencia de la depresión en todo el mundo (OMS, 2012). Sin embargo, los médicos a menudo no están de acuerdo sobre el significado de la depresión. Al utilizar el término depresión, a veces nos referimos a la tristeza, como la que se observa en un estado de duelo y luto normal, y en otros casos, nos referimos a una condición psicopatológica asociada con pensamientos autodespectivos y autodespreciativos, sentimientos de culpa e ideaciones suicidas. Es importante aprender a diferenciar entre la depresión como enfermedad y la depresión como simplemente un estado de ánimo de tristeza.
Depresion Tipos y Causas Subyacentes
El Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, quinta edición (DSM-5; Asociación Estadounidense de Psiquiatría [APA], 2013) clasifica los diversos trastornos psiquiátricos utilizando un enfoque fenomenológico basado en observaciones conductuales y la historia natural de la enfermedad. Sin embargo, se dedica poca atención a la dinámica subyacente de la enfermedad psiquiátrica.
Los estudios de investigación de los últimos 20 años han demostrado consistentemente que ciertos tipos de depresión tienen un fuerte componente etiológico biológico, tal vez incluso genético. Se identificó que los trastornos afectivos mayores eran del tipo unipolar y bipolar. Los pacientes con esta afección entran y salen de la depresión o la manía, independientemente de lo que suceda en su entorno. Se recuperan de un estado depresivo independientemente de si recibieron psicoterapia u otros tratamientos, siempre que no haya suicidio.
Estas personas suelen responder bien a los estabilizadores del estado de ánimo y a la medicación antidepresiva, que no sólo pueden acortar el ciclo, sino incluso disminuir la intensidad de los síntomas, la frecuencia de las recaídas y, a veces, prevenir totalmente los ciclos de depresión. Si el paciente tiene una personalidad subyacente estable y sana, los resultados positivos de los tratamientos biológicos pueden ser muy positivos.
Sin embargo, si el paciente tiene un trastorno afectivo superpuesto a una estructura de personalidad limítrofe o cualquier otro tipo de trastorno del carácter, los tratamientos biológicos darán lugar a respuestas menos dramáticas, ya que la psicopatología restante seguirá manifestándose debido al trastorno del carácter o del orden subyacente del paciente. Existe otro grupo de depresiones en las que los síntomas no son tanto una manifestación de la genética, en estos pacientes, la condición de depresión puede manifestarse en forma de de una variedad de síntomas y comportamientos derivados de patrones desadaptativos intrapsíquicos e interpersonales subyacentes de conductas y cogniciones.
Depresion. Sintomas y manifestaciones.
La depresión puede manifestarse de diversas formas, incluyendo estado de ánimo deprimido, tristeza excesiva, ataques de llanto o dolores en varias partes del cuerpo. Los dolores de cabeza, abdominales, torácicos y de espalda son los síntomas de dolor más frecuentes.
A a este ultimo grupo, cuando presentan un patrón crónico, son catalogados como “pacientes propensos al dolor”. La depresión también puede evidenciarse a través de trastornos del sueño —insomnio o hipersomnia, alteraciones del apetito que van desde atracones asociados con aumento excesivo de peso hasta ingesta reducida con pérdida de peso, descuido de la apariencia física e higiene personal, dificultades en la toma de decisiones cotidianas y anhedonia (incapacidad de experimentar placer). Los pensamientos de estos paciente suelen estar dominados por pesimismo excesivo, negativismo, baja autoestima e ideas de no merecer amor, respeto o éxito.
Los pensamientos autodespectivos y autocríticos son comunes. En algunos casos, el estado de ánimo depresivo no es tan evidente, y el cuadro clínico está dominado por dolores y otros síntomas físicos. Esta condición se conoce como “depresión enmascarada” o “equivalentes depresivos” La psicopatología depresiva también puede manifestarse en el estilo de vida del paciente y sus relaciones interpersonales. Estos individuos pueden tener dificultades para tolerar el éxito y, subconscientemente, sabotear sus logros en carreras o vidas personales. En la literatura se les ha descrito como personas de carácter masoquista, y su comportamiento puede incluir asociaciones repetidas en relaciones cercanas donde son explotados o incluso abusados. Aparentan ser infelices y miserables, y sus acciones perpetúan este patrón.
La Psicodinamica de los Patrones de Depresion e Hipnosis
Al explorar la psicodinámica de los patrones de depresión, el clínico encontrará que la hipnosis es una herramienta muy valiosa, y su uso hábil puede facilitar un rápido descubrimiento de los principales conflictos subyacentes y preparar el camino para la resolución y la recuperación.
La siguiente es una lista detallada de tales psicodinámicas subyacentes. Un sentimiento inconsciente de culpa. El dolor y el sufrimiento autoinfligidos sirven como una forma de expiar los sentimientos de culpa. Así, el dolor, aunque desagradable, se convierte en el menor de dos males. Los intentos del paciente de purgar o eliminar su culpa pueden manifestarse en patrones repetidos de dolor psicógeno. El siguiente caso ilustra esta dinámica.
“Un hombre de 42 años fue ingresado en el hospital quejándose de dolor en el pecho y falta de aliento. Después de un examen minucioso, quedó claro que no tenía ninguna enfermedad orgánica. Una entrevista intensiva reveló que era un hombre con una larga historia de dolor y sufrimiento asociado con accidentes, lesiones y operaciones repetidas”
Se había sentido miserable toda su vida, e incluso cuando la ocasión lo requería, no podía experimentar felicidad o alegría. Una entrevista posterior, utilizando la técnica hipnoanalítica del puente de afecto, reveló una historia interesante: el paciente había perdido a un hermano gemelo a la edad de 5 años debido a un accidente en el que el hermano fue golpeado en la cabeza por un columpio pesado mientras los dos jugaban. Este accidente tuvo un gran impacto en la vida del paciente, y sobrevivió viviendo con un intenso sentimiento subconsciente de culpa, que se alivió parcialmente a través del sufrimiento autoinfligido, la infelicidad y la depresión.
Recreación del trauma infantil. – Muchas personas depresivas tienen sus origenes en una infancia muy infeliz llena de experiencias traumáticas. Este mecanismo obliga al paciente a recrear el trauma infantil original viviendo en la miseria, el dolor y la tristeza, que se inflige inconscientemente sin ser consciente de ello. De manera consciente, el paciente se queja y ruega por ayuda. Sin embargo, si este mecanismo no se identifica ni se descubre (la hipnosis es una herramienta muy útil para descubrirlo), el paciente quedará atrapado en un círculo vicioso de sufrimiento, miseria y dolor, e incluso puede mostrar una “reacción terapéutica negativa” ante algún alivio de los síntomas y manifestar una conducta autodestructiva.
Identificación con el agresor– Este mecanismo explica cómo una persona deprimida puede adoptar inconscientemente características de un padre abusivo o que lo rechazaba. La persona mantiene el trauma al causarse tristeza y sufrimiento a sí misma. En lugar de dirigir su enojo hacia otros, la persona lo dirige hacia sí misma. Esto ocurre porque ha interiorizado la imagen negativa del padre abusivo, que ahora forma parte de su propia identidad. Este proceso ayuda a entender por qué algunas personas con depresión parecen castigarse a sí mismas o mantener pensamientos muy negativos sobre sí mismas. Es como si hubieran aprendido a tratarse de la misma manera en que fueron tratadas en el pasado por figuras importantes en su vida.
Estados ocultos de la mente en la depresión– En algunos casos de depresión, el paciente ha sufrido traumas repetidos durante su infancia. El padre abusivo y lleno de odio no solo es interiorizado por el paciente, sino que luego se separa de la conciencia a través de un proceso llamado disociación. Esto va seguido de una pérdida de memoria de los eventos traumáticos del pasado. La hipnosis puede ser muy útil para descubrir estas partes ocultas de la mente que son responsables de los pensamientos negativos y críticos que el paciente tiene sobre sí mismo. Con la hipnosis, se puede ahorrar mucho tiempo en identificar y trabajar con estos aspectos de la mente que contribuyen a la depresión.
Duelo no resuelto y reacciones ante aniversarios – La depresión de una persona puede estar relacionada con un duelo no resuelto o una reacción anormal y prolongada a una pérdida. Esto puede activarse en fechas específicas, como:
- Cuando la persona alcanza la edad que tenía su ser querido al morir
- Cuando el hijo de la persona llega a la edad que tenía la persona cuando sufrió la pérdida
- En el aniversario de la pérdida
En estos casos, la persona puede experimentar:
- Sentimientos de tristeza
- Baja autoestima
- Problemas para dormir
- Dolores físicos
- Dificultad para concentrarse
- Sentimientos de inutilidad
- En ocasiones, pensamientos suicidas
Varios expertos han estudiado este fenómeno concluyendo que la hipnosis puede ser una herramienta útil para identificar rápidamente las causas de estos sentimientos. A continuación, se presenta un ejemplo que ilustra esta situación: “Una mujer de 39 años, casada y madre de tres hijos, fue ingresada en el hospital debido a una depresión grave, insomnio y pensamientos suicidas. Tenía poco apetito y había descuidado su higiene personal. La entrevista clínica le permitió expresar sus deseos de morir para poder estar en paz. Una entrevista más detallada, bajo hipnosis, reveló que la paciente tenía una hermana mayor con la que había sido muy cercana que había muerto a la edad de 39 años en un accidente automovilístico”
“La paciente nunca completó el proceso de duelo por la muerte repentina de su hermana, y dijo que no tenía recuerdos del funeral ni del velorio. Cuando la paciente cumplió 39 años, la edad de su hermana en el momento de su muerte, se volvió cada vez más triste y deprimida. La depresión culminó con fuertes ideas suicidas en la fecha del décimo aniversario de la muerte de su hermana. El uso de la hipnosis no solo ayudó a descubrir estas dinámicas, sino que también le permitió a la paciente comenzar la tarea largamente esperada del duelo para resolver finalmente la pérdida de una manera saludable”
Nuevos enfoques para entender y tratar la depresión– En los últimos 20 años, ha habido un cambio importante en cómo se entiende y trata la depresión. Antes, se creía que la depresión era causada por:
- Ira reprimida
- Sentimientos de culpa inconscientes
- Dolor no resuelto
- Abuso o trauma infantil
- Otros conflictos psicológicos.
Sin embargo, investigaciones recientes han demostrado que estas ideas no son correctas. A pesar de esto, muchas personas y algunos médicos siguen pensando en la depresión de esta manera anticuada. El nuevo enfoque se centra en identificar y cambiar pensamientos y comportamientos problemáticos que contribuyen a la depresión. Este método se llama terapia cognitivo-conductual (TCC). David Burns describió 10 tipos comunes de pensamientos distorsionados en personas con depresión:
- Pensamiento de todo o nada
- Enfocarse solo en lo negativo
- Sacar conclusiones apresuradas
- Dejarse llevar por las emociones
- Ponerse etiquetas negativas
- Generalizar demasiado
- Ignorar lo positivo
- Exagerar o minimizar las cosas
- Pensar que las cosas “deberían” ser de cierta manera”
- Culparse por todo
En la TCC, los pacientes aprenden a:
- Identificar estos pensamientos problemáticos
- Entender cómo afectan sus sentimientos
- Desarrollar formas más realistas de pensar.
Este enfoque se centra en el “aquí y ahora”, ayudando a las personas a cambiar sus pensamientos y comportamientos actuales. Recientemente, se ha combinado la hipnosis con la TCC. Esto ha creado un tratamiento más potente y rápido para aliviar los síntomas de la depresión. El objetivo principal es dar a las personas con depresión habilidades específicas para:
- Reducir la gravedad de la depresión
- Disminuir la frecuencia de los episodios depresivos
- Posiblemente prevenir futuros episodios similares
La Hipnosis como Herramienta Exploratoria en el Tratamiento de la Depresion
La hipnosis puede ser una herramienta muy útil para facilitar la exploración de las diversas dinámicas subyacentes responsables de la depresión d e un paciente. A continuación se presenta una lista de las diversas técnicas en las que se puede utilizar la hipnosis como herramienta exploratoria.
El puente afectivo– En 1971, J. G. Watkins describió una técnica mediante la cual un paciente, bajo hipnosis, se traslada experiencialmente del presente a un incidente pasado sobre un afecto común a los dos eventos. De hecho, es una técnica utilizada para explorar las raíces de los eventos pasados que son responsables de la depresión del paciente. En el entorno clínico, el hipnoterapeuta guía al paciente hacia la hipnosis y le indica que se concentre en un sentimiento que tipifique su estado depresivo. Luego, este sentimiento se potencia e intensifica. Cuando alcanza su máxima intensidad, el terapeuta lleva al paciente de regreso al origen de este sentimiento.
De esta manera, el paciente “conecta” el presente con el pasado, con el evento responsable de las emociones originales de depresión y desesperanza. No es raro que esta técnica esté acompañada de abreacciones dramáticas, y los terapeutas que la utilizan deben estar capacitados para manejarlas. El descubrimiento del trauma original permite al terapeuta preparar el terreno para la siguiente fase, en la que se utiliza la hipnosis como una herramienta para facilitar el cambio terapéutico y promover la recuperación de la depresión.
La técnica de la bola de cristal– En 1964, Wolberg describió el uso de una bola de cristal con un paciente al que primero se le llevó a un estado de hipnosis y, mientras estaba en trance, se le dio la sugerencia de que abriera los ojos. Luego se le indicó al paciente que mirara dentro de la bola de cristal e identificara eventos significativos del pasado, que estuvieran relacionados con la depresión en el presente. El padre de la hipnosis (Milton Erickson) describió una variante de esta técnica en la que el paciente podía imaginar o alucinar la bola de cristal mientras permanecía con los ojos cerrados.
Regresión en edad- Se conduce al paciente bajo hipnosis, a una edad más joven en la que revive en cierto modo, el trauma original que condujo a la depresión del presente. La regresión en edad se puede lograr con mayor facilidad en pacientes que son altamente hipnotizables. Se han utilizado diversas técnicas, como contar hacia atrás desde la edad actual hasta una edad anterior en la que comenzó la depresión.
Una vez logrado esto, se le indica al paciente que continúe la regresión en edad a un momento anterior en el que estos sentimientos y síntomas depresivos no habían existido. Luego se le indica al paciente que avance para que el recuerdo del evento olvidado pueda compartirse y explorarse con mayor detalle; de esta manera, el paciente está listo para la terapia.
HIPNOSIS COMO HERRAMIENTA TERAPÉUTICA EN LA DEPRESIÓN-
Al utilizar la hipnoterapia para el paciente con depresión, el clínico debe evitar cuidadosamente un enfoque de eliminación directa de los síntomas, especialmente antes de que se haya completado la fase exploratoria y se haya comprendido por completo la dinámica subyacente, esto disminuirá el riesgo de intentos de suicidio y otros actos autodestructivos que están motivados por una poderosa necesidad de autocastigo y sufrimiento. Sin embargo, las técnicas generales de fortalecimiento del autoestima centradas en la calma, la relajación y la paz interior, son seguras cuando se asocian con sugestiones permisivas en las que se le permite al paciente mantener su tristeza si aún la necesita o si cumple una función importante.
El uso de la hipnosis en pacientes con depresión se realiza mejor por terapeutas que estén bien capacitados en psicodinámica y en el cuidado de pacientes suicidas. La hipnosis siempre debe usarse con precaución y solo después de que la relación médico-paciente se haya establecido bien con una alianza terapéutica y de trabajo estable.
Abreacción terapéutica– La abreacción es una técnica terapéutica que ayuda a liberar emociones reprimidas. Fue descubierta por Freud y Breuer en 1955 cuando estudiaban pacientes con histeria. Ellos creían que la abreacción funcionaba al liberar emociones atrapadas asociadas a pensamientos reprimidos.
Hoy en día, entendemos la abreacción como un proceso en el que el paciente expresa emociones que antes estaban ocultas en su inconsciente. Esto puede ocurrir a través de palabras o acciones. La hipnosis puede provocar abreacciones espontáneas, lo cual es especialmente útil para tratar traumas recientes y prevenir el trastorno de estrés postraumatico. Es crucial que el terapeuta maneje la abreacción con cuidado para que sea una experiencia curativa y no solo revivir el trauma. El terapeuta debe apoyar al paciente y mantenerlo conectado con el presente para evitar que se pierda en el pasado.
He aqui un ejemplo:
“A.S., una mujer de 28 años, sufría de depresión, insomnio, fobias y baja autoestima. Durante una sesión de hipnosis, revivió espontáneamente un abuso sexual que sufrió a los 8 años por parte de su tío. Mientras lloraba y temblaba, describió sus sentimientos de miedo, impotencia y vergüenza. El terapeuta la escuchó con apoyo y la animó suavemente a seguir contando su experiencia, usando frases como “¿Qué pasó después?” o “Sigue, te escucho” o “Aquí estás segura. “Está bien llorar”.
“Estas palabras ayudaron a la paciente a describir todo el evento en detalle. Se le dijo que al salir de la hipnosis, solo recordaría lo que estuviera lista para afrontar. Cuando despertó, la paciente recordaba todo y, aunque se disculpó por llorar tanto, dijo sentirse muy aliviada, como si se hubiera quitado un gran peso de encima”
Después, la paciente empezó a entender por qué se sentía “sucia” cerca de celebraciones decembrinas, que era cuando había ocurrido el abuso. Se continuó trabajando sobre estos sentimientos y la culpa relacionada con el abuso.
Elaboración- Este concepto fue desarrollado por primera vez por Freud, quien señaló que en psicoterapia no se puede esperar una cura inmediata después de una abreacción. El paciente a menudo muestra resistencia a abandonar viejas nociones y asimilar nuevos conocimientos. Por lo tanto, el material del que el paciente se da cuenta conscientemente debe ser examinado y reexaminado repetidamente ángulos diferentes, lo que permitira al paciente tiempo para asimilar e incorporar nuevos conocimientos, dejando de lado las distorsiones y conceptos erróneos sobre los eventos traumáticos pasados.
En el caso de la mujer que fue violada por su tío, ella se sintió muy culpable por el evento, y la culpa contribuyó a su depresión. En el proceso de elaboración, la paciente gradualmente aceptó la noción de que esto sucedió no porque ella fuera una chica mala sino porque su tío estaba borracho; ella era simplemente una víctima inocente e indefensa. Esta nueva comprensión le permitió dejar de lado la culpa y aceptar lo sucedido como un evento desafortunado por el cual no tenía ninguna responsabilidad.
Sugestiones para fortalecer la Autoestima- Hartland (1965, 1971) afirmó que pocos pacientes se deshacen de sus síntomas antes de sentirse lo suficientemente fuertes para prescindir de ellos. Señaló que la eficacia de la eliminación de los síntomas se potencia mediante una psicoterapia intensiva en la que la hipnosis desempeña un papel facilitador. Las técnicas de “fortalecimiento de la autoestima” consisten en sugestiones positivas de autoestima y eficacia personal. Estas sugestiones promueven una mayor confianza, autoestima y autoeficacia.
El uso de la hipnosis en este contexto aumenta el resultado deseado al emplear sugestiones terapéuticas para fortalecer la autoestima, como lo respaldan Hammond (1990) y Frederick y McNeal (1999). El fundamento de este enfoque se basa también en la evidencia experimental, donde la experiencia clínica ha demostrado que la autoeficacia, la expectativa y la confianza para afrontar con éxito diversas situaciones de la vida son elementos clave en el tratamiento eficaz de muchos trastornos psicológicos.
En el tratamiento de personas con depresión, es crucial elaborar sugestiones que sean creíbles, lógicas y específicas para cada paciente. Por ejemplo, en lugar de afirmar “Cada día, en todos los sentidos, estás mejorando cada vez más”, es preferible sugerir: “Como resultado de este tratamiento y de escuchar audio de autohipnosis diariamente, comenzarás a sentirte mejor”. Según algunos clínicos, este tipo de sugestiones resulta más lógico para el paciente deprimido y aumenta la probabilidad de que continúe con la terapia y la práctica diaria de autohipnosis.
Sugestiones Poshipnóticas– Los pacientes deprimidos están predispuestos a rumiar automáticamente con autosugestiones o ideas negativas, especialmente cuando se enfrentan a situaciones vitales estresantes (p. ej., “No podré afrontarlo”). Esta tendencia puede considerarse como una forma de autohipnosis negativa o sugestión poshipnótica negativa que inadvertidamente mantiene y refuerza el estado depresivo. Una forma de romper este patrón automático de pensamiento es utilizar el poder de las sugestiones poshipnóticas.
Estas se le dan al paciente de forma regular al final de cada sesión de hipnosis. Un ejemplo que contrarresta la sugestión autohipnótica negativa con la siguiente afirmación: “Cuando te encuentres en una situación perturbadora, te volverás más consciente de cómo lidiar con ella en lugar de concentrarte en tus sentimientos poco agradables”. Las sugestiones poshipnóticas conforman un ingrediente necesario del proceso terapéutico para generar motivación y fomentar cambios en el futuro. Autores como Clark y Jackson consideran las sugestiones poshipnóticas como una forma de condicionamiento de orden superior.
Reencuadre y Reetiquetado – el “reencuadre” se define como el cambio de punto de vista conceptual del individuo en relación con la situación en la que se está experimentando colocandolo en otro marco donde el “hecho” todavía encaja, pero el significado cambia por completo.
En otras palabras, el significado atribuido a la situación cambia por completo. El “reetiquetado” se refiere simplemente a cambiar la etiqueta que se le asigna al problema o síntoma de la persona, sin cambiar necesariamente el marco de referencia o el modelo conceptual. En el caso de la depresión, los síntomas de culpa, autoacusación y depresión se reetiquetan como responsabilidad, confiabilidad, coraje y voluntad de explorar, a través del autoexamen, sentimientos y pensamientos fuertes.
El siguiente caso ilustra el uso de la hipnosis para facilitar el cambio, a través del reencuadre y el reetiquetado, en un paciente con depresión:
“R.J era un hombre de 32 años que fue visto para la evaluación y el tratamiento de la depresión. Después de una extensa serie de entrevistas en las que se descartó una base orgánica para su depresión, se recomendó que fuera visto para una breve psicoterapia durante seis sesiones. Los síntomas del paciente incluían baja autoestima y un conjunto de pensamientos despectivos en los que se le criticaba por aceptar trabajar para su padre y dejarse dominar por él”
“El paciente reveló que estaba planeando dejar el negocio de su padre y buscar un nuevo trabajo, pero la enfermedad de este padre complicó la situación y no podía dejarlo. Por lo tanto, sentía que no tenía agallas. Una investigación posterior, bajo hipnosis, reveló que el paciente tenía un padre competitivo que necesitaba ser admirado, respetado y respetado por los demás para mantener su propia autoestima. Luego se le dio al paciente una nueva definición de sus síntomas utilizando las técnicas de reencuadre y reetiquetado”.
Esto se hizo primero bajo hipnosis y luego se reforzó con una discusión cuando el paciente salió del trance hipnótico. Mientras estaba bajo hipnosis, se le dijo al paciente que debía continuar comportándose de manera sumisa hacia su padre y continuar actuando de manera impotente, ya que esta conducta le dio a su padre la oportunidad de demostrar lo fuerte y sabio que era, lo que le permitió instruir a su hijo sobre cómo dirigir el negocio.
Además, se le dijo al paciente que era un hijo bueno y cariñoso con su padre, y que al actuar de manera impotente, de hecho estaba mostrando su gran y profundo amor por su padre, que tenía un tiempo limitado de vida. En la conversación que siguió a la sesión hipnótica, el paciente dijo que nunca lo había pensado de esa manera y que tal vez su subconsciente había encontrado una forma misteriosa de comunicar su amor por su padre.
Estas técnicas de reencuadre y reetiquetado se reforzaron diciéndole al paciente que había mostrado mucho coraje al querer buscar la verdad. La depresion y autocrítica del paciente se replantearon así en un modo positivo con respecto a la relación con su padre. Los síntomas del paciente desaparecieron en dos semanas y, en una visita de seguimiento, siete meses después, informó que, tras la muerte de su padre, había resuelto su desaparicion fisica lamentando su pérdida de una manera saludable, sin ningún signo de deterioro.
Redireccionamiento – Esta técnica puede ser especialmente eficaz para tratar los sentimientos de culpa y remordimiento. Un ejemplo puede ser, decirle al paciente bajo hipnosis, que cometió un error y que todos los humanos cometemos errores a veces. El remordimiento muestra un alto grado de humanidad y es un verdadero elemento de coraje reflexionar internamente para seguir adelante. En la hipnosis, se le dice al paciente que su mente subconsciente encontrará nuevas formas de guiarlo hacia buenas acciones para expiar su error. El siguiente caso ilustra el uso de esta técnica:
“A.S Un hombre de 35 años de edad sufrió un accidente de transito en el que perdió el control de su carro, chocó contra otro carro y provocó un accidente. Más tarde, se supo que había estado bebiendo demasiado en una fiesta esa misma noche. El paciente estaba muy deprimido y sufría de insomnio, sentimientos de culpa remordimiento, y no podía perdonarse a sí mismo, aunque habían pasado más de tres años y no había tocado ni una gota de alcohol en ese tiempo”
“Durante una entrevista, bajo hipnosis, surgió espontáneamente un estado del yo de este paciente y se llamó a sí mismo “El Superyó de A.S.” El estado del yo informó que el paciente obtendria paz emocional solo si se unia a Alcohólicos Anónimos y se volvia activo en el grupo, tambien comunicó que se debia instruir a A.S que compartiera su experiencia con conductores adolescentes para que su error sirviera de lección. Cuando salió de la hipnosis, tenía un vago recuerdo de lo que se había hablado y se le indicó que participara en tales actividades. Un año después ya participaba en actividades para prevenir la conducción en estado de ebriedad, estaba enérgico y no tenía síntomas de depresión”
Terapia del estado del yo – , Quienes han escrito prolíficamente sobre este tema, un estado del yo se define como un sistema organizado de conductas y experiencias, cuyos elementos están unidos por algún principio común, pero son más o menos permeables. En algunos pacientes con depresión, la dinámica subyacente puede implicar la persecución y expresión de hostilidad desde un estado del yo oculto que representa el introyecto de un padre o figura de autoridad hostil.
Cuando se descubren estas dinámicas subyacentes mediante el uso de la hipnosis, la terapia del estado del yo es una técnica muy útil para aliviar la depresión del paciente. Cada estado del yo involucrado en la depresión del paciente se activa individualmente mediante el uso de la hipnosis, seguido de un estudio exhaustivo de cada estado del yo para determinar su origen, sus necesidades, sus objetivos y su importancia en la afectación del estado de ánimo y el pensamiento del paciente.
El terapeuta se convierte en un diplomático, que negocia con el estado del yo perseguidor para cambiar su comportamiento manteniendo su objetivo original. Por ejemplo, D.M. era una mujer casada de 33 años, a quien se le realizó una evaluación por depresión asociada con insomnio, incapacidad para experimentar placer, falta de apetito y ataques de llanto. Ella informó que pensaba que era una mala madre para su bebé recién nacido y tenía miedo de lastimar a su bebé.
“Una entrevista hipnoanalítica adicional reveló que esta mujer había sufrido un gran abandono y abuso físico por parte de su propia madre. Más tarde se hizo una promesa a sí misma de no ser como su madre cuando tuviera sus propios hijos. La técnica hipnoanalítica identificó un estado del yo que representaba la imagen introyectada de la madre de la paciente. Este estado del yo intentaba influir en la conducta de la paciente hacia su bebé al obligarla a hacerle a él lo que le habían hecho a ella. Estos impulsos se experimentaron como malos pensamientos e impulsos en la paciente, lo que resultó en síntomas de ansiedad y depresión.”
En el tratamiento, utilizando la terapia del estado del yo, se activó el estado del yo perseguidor. El terapeuta descubrió que el paciente no lo amaba ni lo apreciaba. El terapeuta negoció un acuerdo entre este estado del yo y el paciente, según el cual este estado del yo mantendría su influencia sobre el paciente, pero en lugar de inculcarle pensamientos de descuido del bebé, influiría en el paciente para que prestara más atención a su apariencia, maquillaje, forma corporal y ropa. El estado del yo adulto de la paciente, a su vez, aceptó reconocer el estado del yo infantil oculto e incluirlo como parte de la personalidad de la paciente.
En conclusión, este articulo ha descrito algunas maneras de utilizar la hipnosis como una herramienta valiosa en el tratamiento de la depresión. Desde su aplicación para descubrir dinámicas subyacentes hasta su eficacia como facilitadora en diversas técnicas psicoterapéuticas. Una vez mas, la hipnosis demuestra ser un recurso versátil y potente. La invitacion es a considerar este preciado recurso como una opción complementaria en el tratamiento de la depresión. Si estás lidiando con esta condición o conoces a alguien que lo esté, te animamos a explorar más sobre la hipnosis y sus posibilidades, Recuerda, la búsqueda de ayuda es un paso valiente y crucial hacia la recuperación y el bienestar emocional.
Todo Lo Mejor !
José Enrique Silva
Referencias
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